Cultura

La extraña pasajera | Mia Gallegos

LA EXTRAÑA PASAJERA

 

Soy la extraña pasajera de un tren sin destino.
Ahora, justamente ahora
me inclino en la ventana
y una mano y un yo se reflejan.
¡Me irrita la voz hundida de esa desconocida que me mira!

 

¿Hacia dónde vamos tú y yo
en esta tarde aciaga?
No puedo pensar mientras miro
el paisaje de naranjales:
oro sobre oro y verdes

 

Hacia la nada se dirige el tren,
y sé que voy sola en el vagón.
Nadie a mi lado; ni una sola sombra se reclina
sobre el asiento.

 

Ahora sí pienso: barajo los muchos nombres de Fernando Pessoa
y sus respectivas muertes.
Hay nostalgia: es la travesía, me digo.
¿Acaso los poetas fingen?
¿Es acaso que me habita el fantasma de Ricardo Reis?
¿Es que debo inventarme otros nombres para poder evocar?

 

Ahora voy mirando cómo cuelga del árbol la fruta de pan, 
exótica y tierna en su centro.
Desde aquí, desde este tren azaroso que no se detiene,
quiero habitar la selva que se cuela por las ventanas.
Pero yo soy la extraña.
La innominada.
La que va de viaje hasta que el día culmine.
El tren no se doblega.
Raudo caballo que cabalga y murmura ansioso.

 

¿Y si me invento un nombre para seguir sobre los rieles?
No lo sé. No entiendo.
Tan solo cabalgo sola
con mis múltiples ropajes,
con los pobres acentos,
con los zapatos mustios,
con las historias antiguas,
con las enaguas rasgadas,
con el velo marchito
puesto sobre la cara.

 

Los poetas fingen.
Yo finjo y me duele
la ausencia del Gran Todo,
la oscuridad de la Gran Madre,
del aliento que se desata.
Voy en el viaje de ida.
Voy en el vagón de un tren que no se detiene.
Mi viaje no tiene retorno.
Herida voy sobre el atajo.
La noche llega y se parte
como un gajo de luna.

 

¿Hacia dónde se dirige la voz?
¿Es que acaso me queda algún acento de vida?
Voy hacia la noche.
En la nada me detengo.
Si al menos estuviera Ricardo Reis conmigo,
si pudiera fingir un dolor,
si pudiera fingir un poema,
si pudiera ver la muerte de la otra yo.

 

Pero soy la extraña pasajera
de un tren sin destino.
Y el tren no se detiene
nunca, nunca, nunca…

 

Fotografia de Mia Gallegos

 Mía Gallegos nació en Costa Rica en abril de 1953. Es escritora, periodista, ha publicado libros de poesía, de cuentos y de ensayos.  Sus libros de poesía:  Golpe de Albas. Los Reductos del Sol, Los Días y los Sueños, El Claustro Elegido, El Umbral de las Horas.  Cuentos y prosas poéticas: La Deslumbrada.  Ensayo:  Tras la huella de Eunice Odio. En el año 2020 se publicó una Antología de su poesía en la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia.  La Editorial Nueva York Poetry Press publicó en el 2021 su poemario Es polvo, es sombra es nada.

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