Cultura

“La aurora de Nueva York”, Federico García Lorca | Federico Rivero Scarani

“La aurora de Nueva York tiene 
cuatro columnas de cieno 
y un huracán de negras palomas 
que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime 
por las inmensas escaleras 
buscando entre las aristas 
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca 
porque allí no hay mañana ni esperanza posible. 
A veces las monedas en enjambres furiosos 
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos 
que no habrá paraíso ni amores deshojados; 
saben que van al cieno de números y leyes, 
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos 
en impúdico reto de ciencia sin raíces. 
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes 
como recién salidas de un naufragio de sangre”.

Este poema pertenece al libro “Poeta en Nueva York”, escrito por Federico García Lorca durante su estadía en Estados Unidos en los años 1929 y 1930. El poema refuerza la serie, que ya había iniciado, de una visión pesimista de la ciudad moderna y sugiere que la aurora, fenómeno natural, tiene un carácter específico en la ciudad de Nueva York la cual se representa como “la gran metrópoli”.

El tema se centra en cómo es la naturaleza de esa aurora y en cómo se recibe por parte de los ciudadanos de Nueva York.

El poeta daba a entender que todo el poemario era un gran símbolo, una alegoría de la ciudad devoradora con su sistema avasallante y destructor anímico. Por lo tanto el mundo o contexto representado  en P. en N.Y. significa algo más que una descripción o visión denotativa, sino que se configura como el significante  de un significado más vasto que es la ciudad: cada poema es parte de ese sistema simbólico y contiene a la ciudad moderna, alienante, como espacio simbólico con dos caras: la social y la ontológica, donde un sistema social y económico injustos recrean el drama de la existencia humana. 

Primera estrofa: Lorca dedica un poema al amanecer en Nueva York. La idea de que la aurora podría ser un evento lleno de esperanza es defraudada en la primera estrofa. Desde un inicio utiliza imágenes negativas, como los términos “cieno“, “negras“, “podridas” que connotan decadencia. El título es “emblemático” porque hace alusión al contenido y tema de la obra literaria.  La aurora connota alegría, renacimiento de la naturaleza y del día, pero en este poema su significación resulta decadente. 

“La aurora de Nueva York tiene

cuatro columnas de cieno”

Lorca mezcla aquí dos campos semánticos diferentes: 1-  cultural (“columnas”) y 2- natural “cieno” que significa “barro”, pero con connotaciones negativas. La imagen es una antítesis entre la aurora que es luminosa, y la estructura oscura de su “arquitectura”, ya que esta se muestra como un edificio más en la ciudad.

“y un huracán de negras palomas

que chapotean las aguas podridas”.

Los términos “huracán” y “negras  palomas” presentan propiedades similares: los dos se desplazan por el aire, y también tienen una diferencia: el huracán es destructivo y las palomas simbolizan paz y armonía. Al crear la imagen visual “negras palomas“, el poeta continúa la serie oscura y negativa iniciada por “cieno“. En la cultura occidental el “negro” tiene una connotación negativa; el significado de  connotación se refiere a una asociación cultural o emocional que se produce en la mente sobre alguna palabra o frase que lleva además de su significado explícito o literal un significado simbólico. El lenguaje poético es típicamente connotativo. La metáforaun huracán de negras palomas” ilustra la violencia del vuelo de las aves, y de su cantidad exagerada.

“que chapotean las aguas podridas” es una imagen de decadencia y de suciedad urbana. 

Poeta en Nueva York” se transforma en cierta medida en una búsqueda del ser dentro de un paisaje de laceria, (miseria, pobreza), y mutilaciones, donde la Naturaleza pierde su identidad y aparece dañada e incomprensible para los ciudadanos y marginados de la Gran Metrópoli. 

Segunda estrofa: La aurora es personificada, (adquiere aspectos propios de un ser vivo: “gime”), y aparece definida por el dolor a través del verbo conjugado.

“La aurora de Nueva York gime

por las inmensas escaleras

buscando entre las aristas

nardos de angustia dibujada”

Personificación de la aurora. Esta se desplaza por las grandes escaleras de los edificios. La imagen tiene que ver con la ciudad a la que hace referencia: Nueva York. La expresión “inmensas escaleras” es una metonimia que refiere a los enormes edificios. La metonimia  es una figura literaria o retórica por la que se designa una cosa haciendo referencia a una parte de esta para designar la totalidad del objeto; en este caso “inmensas escaleras” es una parte de algo mayor: “los edificios”.

La aurora de Nueva York tiene”

La aurora de Nueva York gime”

Así son los versos de las dos primeras estrofas; poseen una estructura sintáctica similar por lo que sería un “paralelismo sinonímico”. Y, a su vez, al repetirse la misma expresión, da lugar al uso de una anáfora: figura literaria que consiste en la repetición de una palabra o conjunto de palabras al principio de un verso o una frase.

La voz angustiada del poeta se reafirma en su revuelta como poeta y hombre y en la liberación de la sensibilidad e imaginación; esta última parece converger con la estética surrealista sobre todo en lo que respecta a la renovación de imágenes por medio del poder del lenguaje. Estas imágenes adquieren una visión absurda y extravagante, por ejemplo: “buscando entre las aristas/ nardos de angustia dibujada”.

 Los nardos son plantas de jardín de flores blancas muy aromáticas. En el poema es una imagen visual y olfativa. La fragancia del nardo está profundamente entrelazada con las historias de la Biblia, simbolizando la devoción, el amor y el sacrificio. En el Nuevo Testamento, el nardo juega un papel destacado en los relatos de la unción de Jesús por una mujer, tanto en el Evangelio de Juan como en el Evangelio de Marcos. Estos relatos representan a una mujer que unge los pies de Jesús con un costoso frasco de alabastro lleno de nardo, demostrando su devoción y amor por Cristo. Cabe destacar que Federico García Lorca utiliza muchos símbolos en los poemas. El “nardo” puede convertirse en ese símbolo de origen bíblico; de esta manera se establecería una relación de intertextualidad entre el poema y el pasaje bíblico. La intertextualidad es la relación que un texto  mantiene con otro texto ya sea contemporáneo o anterior.

Angustia dibujada es una expresión que une dos sensaciones diferentes y unidas a la vez, una imagen visual: “dibujada”, y otra emotiva: “angustia”. Por lo que se produce desde un punto de vista estilístico una sinestesia:  es la percepción de una misma cosa a través de dos sentidos diferentes.

Tercera estrofa-. La aurora contrasta con las situaciones y el ánimo de quienes viven en la ciudad. Nadie la percibe porque la gente se encuentra alienada, (adj. loco, demente, según Real Academia Española), viviendo en una ciudad donde no hay ni esperanzas ni futuro liberador. También hay que tener en cuenta que la pérdida de identidad del ser humano en esa gran metrópoli se da en la multitud.

“La aurora llega y nadie la recibe en su boca

porque allí no hay mañana ni esperanza posible.

A veces las monedas en enjambres furiosos

taladran y devoran abandonados niños”.

Lorca penetra en la aridez del mundo moderno; deja su Granada natal y se abisma en la Ciudad por antonomasia donde la aurora es percibida como un templo, un edificio, una arquitectura más del paisaje urbano. Se mete en lo profundo de la contemplación visionaria, en la abstracción de un fenómeno natural que concreta.

A veces las monedas en enjambres furiosos

taladran y devoran abandonados niños”

Imagen compleja de connotación negativa que combina el mundo del dinero con el de la naturaleza; “las monedas en enjambres furiosos”, aquí se aprecia una personificación o prosopopeya en la figura de las monedas. Es una imagen surrealista, se debe tener en cuenta que el poeta fue influenciado por el Surrealismo, y en este libro García Lorca se sirve de la estética surrealista. Los verbos “taladrar” y “devorar” connotan destrucción, y en especial hacia los niños que son los más vulnerables de la sociedad. 

El capitalismo en su antropofagia elige la inocencia representada por niños abandonados merced al sistema.  Todo el poemario estaba interrelacionado; este es un ejemplo en el cual los temas se vinculan porque no solo está la muerte y la soledad, sino que también, temáticamente, se encuentra presente la denuncia social que es otro tema que se manifiesta.

 Cuarta estrofa: El poema se centra en los habitantes de la ciudad y en el trabajo rutinario que comienza con el día. Es un amanecer desilusionado, desesperanzado, lleno de resignación por parte de la gente:

“Los primeros que salen comprenden con sus huesos,

que no habrá paraíso ni amores deshojados;

saben que van al cieno de números y leyes,

a los juegos sin arte, a sudores sin fruto”.

 “Los primeros que salen”: se abre un campo semántico nuevo en el poema: el mundo del trabajo, un trabajo que está mecanizado y que impide contemplar a “la aurora”; el poeta denuncia a través de la poesía la falta de ejercicio espiritual a la que está condenada la gente.

“Saben que van al cieno de números y leyes”

Esta afirmación por parte del poeta indica que “los primeros que salen” son conscientes paradójicamente que se dirigen a un trabajo donde son solo cifras dominadas por las leyes del sistema económico, político y social.

Quinta estrofa: La Aurora como tema del poema se manifiesta por medio de “la luz” la cual desaparece siendo sepultada como un muerto gracias a las “cadenas y ruidos” de la ciudad.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos

en impúdico reto de ciencia sin raíces.

Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes

como recién salidas de un naufragio de sangre.

La luz que distingue a la aurora es sepultada. Es una imagen que habla de la aurora como si fuese un ser vivo. Se cierra la serie del mundo del trabajo. Las “cadenas” también connota el encierro y la falta de libertad.

“Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes”: las personas dudan automatizadas, alienadas por un sistema capitalista que les quita la sensibilidad. 

“como recién salidas de un naufragio de sangre”: el poeta usa un símil para ilustrar el  mundo de las pesadillas. El símil es una producción de la idea de una cosa relacionándola con otra también expresa. Es una comparación extensa.  Se utiliza el nexo de comparación “como”. En el final del poema “La aurora de Nueva York” se puede apreciar que la aurora y su luz desaparecen dejando una escena trágica y decadente donde los neoyorquinos se parecen a una masa perdida y dirigida por los hilos de las élites dominantes.

 

Fotografia de Federico Rivero Scarani

Federico Rivero Scarani, 1974, Montevideo-República Oriental del Uruguay.


Docente de Literatura egresado del Instituto de Profesores Artigas. Colaboró en diversos medios Uruguay como El Diario de la noche, Relaciones, Graffiti, y también en revistas internacionales como Archivos del Sur (Argentina) y Banda Hispânica.com (Brasil), Carruaje de Pájaros (México), InComunidade (Portugal), Resonancias (Francia), entre otras. Publicó un ensayo sobre el poeta uruguayo Julio Inverso (“El lado gótico de la poesía de Julio Inverso”) editado por los Anales de la Literatura Hispanoamericana de la Universidad Complutense de Madrid, España. Participó en antologías de poetas uruguayos y colombianos (“El amplio jardín”, 2004) y Poetas uruguayos y cubanos (“El manto de mi virtud”, 2011). Mención Honorífica por el trabajo “Un estudio estilístico de Poeta en Nueva York de Federico García Lorca”, 2014, Organizado por el Instituto de Estudios Iberoamericano de Andalusíes y la Universidad de La Plata (Argentina). Accécit 18º Concurso José M. Valverde, 2014. Fue docente de la cátedra de “Lenguaje y Comunicación”, en el Instituto de Profesores “Artigas”.- Miembro de REMES (Red Mundial de Escritores en Español), y del sitio autores.uy. Promocionado por la “Biblioteca Nacional”, Ministerio de Cultura del Uruguay y “Biblioteca del Poder Legislativo”.


Colabora con artículos, ensayos, traducciones y poemas en diversas revistas internacionales de Latinoamérica y Europa.


Obras: “La Lira el Cobre y el Sur “(1993); “Ecos de la Estigia” (1998);”Atmósferas”, Vintén Editor (Mención Honorífica de la Intendencia Municipal de Montevideo, 1999); participó en el CD “Sala de experimentación y trabajos originales”, Maldonado 2002; “Noctambulario”, CD con poemas del autor y del poeta brasilero Rodrigo Petronio recitados por Federico Scarani, digitalizados por el poeta y perfórmer Juan Ángel Italiano, (2003); “Synteresis perdida”(2005); “Cuentos Completos” (2007); “El agua de las estrellas” (2013); “Desde el Ocaso”, (2014) editado en las páginas digitales EspacioLatino.com /Camaléo.com; “Reflejos de la Oscuridad”, (2018), autores.uy. “Amor, Barniz Gris”, JustFiction Edition, Letonia, (2019),”Este no es un otoño más “, Editorial Rosae, Montevideo, (2021), “Lesbianas”, Ed. Rosae, (2022).

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