¿En transpirar la camiseta?
¿En la insobornabilidad de mis delegados?
¿En un lecho clásico, de rosas?
¿En los ajustes de cuentas?
¿En el más acá?
¿En la supremacía de los recalcitrantes?
¿En los valores perdurables?
¿En lo que subyace, en lo que subsume?
¿En el expansionismo?
¿En lo que
viene-junto-con?
*
Despliegues que me perdí
compromisos que me perdí
aprendizajes que me perdí
equilibrios que me perdí
Demasiado enajené
y lo que enajené
echo de menos
No lloré en su momento:
salí corriendo
tras
lo que
me perdí.
*
Yo sí que tengo algo grosso con la noche
La noche me encima
me compele
la noche me vigila
¿Qué atribuyo a esa vigilancia?
¿Y qué vulnera?
¿Consigue vulnerar por un reclamo ínsito?
¿Dónde se formaliza el reclamo?
¿Es firmado e impartido por quién?
¿Hay un sello?
Está sellada
mi vigilancia
del vigilante.
*
Como todos
nació sin terminar
Creció sin terminar
de hacerse
No pudo, no aguantó
renunció al infinito hacerse
Y así siguió por siempre
cumpliendo rituales, burocracias
más o menos plagado de ademanes sociales
e impromptus antisociales
cumpliendo con sumatorias onomásticas
esas inevitabilidades propias
de alguien muy cumplido:
inevitabilidades esquivas
a los procesos de terminación.
*
En un intento
por burlarse de mí
objetaron
mi pavoneo
Mi pavoneo
objetaron
burlándose
¡Logrado!
en un solo intento.
*
Uno
ya
se va
perdiendo
Cosas
uno
ya
se va
Perdiendo
de ellas
Perdiéndoselas.
*
Inevitablemente
me mantuve cerca
cuando
inevitablemente
te dejaba sin mí
haciendo lo tuyo
compartiendo conmigo
los alcances disímiles
de tus
repercusiones
Al sórdido que complacías en mí
o al que
en sesgo tangencial
desnaturalizabas
o al que
aniquilándome
exponías
no hubieras podido sustraerte
Te dejé sin mí
con mi emputecida
compañía:
ausente, si padre
burócrata, si marido
odioso, si hermano
Apéndice
soportaste
que yo fuera tu soporte
continental.
*
Nos estamos despidiendo
probablemente
para siempre
Tuve el gusto de haberte conocido
y el disgusto de haberte conocido
tanto.
*
¿Por qué maté a la araña?
Yo recogía hojas
de sauce
en la terraza
y las introducía
(¿por qué maté a la araña?)
en una bolsa
plástica
¿Por qué maté a la araña
—agachado—
en esa fresca y soleada
mañana de sábado?
Maté sin pensar, sin respaldar
mi intrascendente pisotón
¿Por qué maté a la araña?
¿Por qué incluí a un caracolito
en la bolsa plástica
sin destinarle
una mirada responsable?
¿No era que yo amaba
a los
caracolitos?
¿Por qué
si esa mañana
fresca
de otoño
yo andaba optimista
chispeante
maté
a la araña?
¿Qué bicho me picó?
¿Por qué diantres maté
a la minúscula araña
que ni araña sería
ya que lucía (creo)
alillas transparentes
pero eso sí (creo)
largas patas
las que configuraron
en el fogonazo
del instante
a esa araña
que aplastó
mi aborrecible
derecha
zapatilla?
*
Tardó
la puerta en abrirse
un buen rato
Yo estaba
ante esa puerta que tardó
en abrirse
un buen rato
Cuando alguien la abrió
yo
estaba cerrado.
De mi menú de pecados
angurria
tú eres quien mejor me humilla
(Reúnense
en este presto “humilla”
los eficientes matones Mortifica
Entristece & Liquida)
Angurria, tú, la más peor de todas para mí
desde antes todavía de tragar
de esta tarta de coco
un último bocado.
*
Con indolencia subtitularon
“Es todo lo que tengo”
en lugar del literal
“Es todo lo que me ha quedado”
y me he quedado
subtitulado
con lo que tengo.
*
Para ponerme en peligro me busqué
este empleo de vigilador de caudales
me enredé con la esposa loca de mi jefe
ingiero psicofármacos con bebidas blancas
hurto paquetes de pastillas y chocolatines
de las bandejas de los quiosquitos
cometo estupro con la hija de mi hermano
alquilo algunas noches
para que jueguen por dinero
a ludópatas mi departamento
no desaprovecho la ocasión de frotarme contra
estímulos en el subterráneo
Salpimiento mi vida vacua
¡bah!
toda vida es neutra
vacua.
Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, la Argentina. Publicó en soporte papel un volumen que reúne su dramaturgia, dos con cuentos, relatos y microficciones y dieciséis poemarios, además de otros tres poemarios sólo en soporte digital. En esta condición se hallan los seis tomos de su libro “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, conformados por 159 entrevistas por él realizadas. Todos sus libros cuentan con ediciones electrónicas disponibles en http://www.revagliatti.com