Cultura

Poemas | Mia Gallegos

MISÍLES

 

Me veo ahí, sentada en la alfombra.

En la sala toda la familia está reunida.

Es octubre. Es 1962.

Descubro que el planeta puede estallar en mil pedazos.

Los mayores hablan de misiles.

Mencionan a Cuba,

Discuten sobre Rusia y Kennedy.

Un nombre me sorprende: Nikita Krushov.

Pregunto si es malo…

Se miran unos a otros y me mandan a jugar.

Yo quiero saber y me quedo detrás de un amplio sillón

para poder escuchar.

Observo sus caras largas,

y sé que hay mucho temor.

Bajan la voz.

No sé si rezan,

si tan solo susurran y me quedo dormida…

 

Crecí en el mundo bipolar…

Fui rebelde, ahora también lo soy de otra manera.

Ya no creo demasiado en nada.

Una sutil anarquía, muy íntima y dubitativa,

me transformó en una descreída.

 

Quisiera creer

pero la democracia está de luto,

hay dictaduras, sobornos, mano dura y enfrentamientos.

 

Escojo la soledad.

El silencio es uno de los más altos símbolos de la resistencia.

 

Mudez y sosiego.

La vida, no obstante, no pasa en vano.

***

EL CLAMOR ASCIENDE

 

Las naciones poderosas y altivas

poseen sofisticadas armas de destrucción masiva.

También hablan de desarme.

Cierto es que su clamor no llega al cielo,

no se eleva como un fuego vivo,

como una llama impetuosa.

 

Los pueblos, ¿acaso salen en las noticias

alzando una súplica?

No; solo los poderosos hablan.

Se acusan unos a otros

mientras que quienes no somos nadie

podemos morir con la colisión atómica.

 

¿Y si el impacto tenebroso llega?

¿Dónde quedarán las preclaras visiones de los mayas?

¿Dónde quedarán los que se amaron?

¿Qué pasará con la secreta luna y su rostro oculto?

¿Las pisadas del bisonte serán borradas?

 

Y el amor se habrá ido para siempre.

Y no se escuchará hablar de Empédocles de Agrigento.

Y no habrá pastores.

Ni cabreros contarán historias amorosas al calor de la hoguera.

Y alguien lamentará la muerte de Grisóstomo. 

Y alguien dirá que Marcela, la zagala, era osada y certera.

Y alguien pensará con desconsuelo en don Quijote.

¿Y la Novena Sinfonía?

***

ESTREMECIMIENTO

Fisión de uranio.

Fisión de plutonio.

¿Y se llega el día aciago?

¿Y si las manos se desprenden en el momento del estremecimiento?

¿Y si puedo fusionarme contigo antes del fin?

 

No seremos recordados.

No quedarán fotografías, ni candelabros, ni velas.

Ya no habrá justos.

No estará la imagen del Buda compasivo,

Ni la del Jesús salvador.

No estarán presentes los misericordiosos.

La palabra ternura será borrada.

En la noche funesta no habrá bienaventurados.

Tan solo un racimo de muertos calcinados.

Y si alguien queda con vida todavía morirá de dolor,

expirará por hambre porque los alimentos estarán malditos.

 

Yo me iré, lo sé.

Puede que me vaya antes del fin.

Puede ser que mire el orbe

con la mirada de los mayas.

Puede ser que prenda una llama azul en tu cuerpo y el mío,

como una noche de amor sin final.

La honda música será tan solo un estertor de ángeles.

¡Y no habrá llama de amor vivo

que dulcemente hiera!

 

Mía Gallegos nació en Costa Rica en abril de 1953. Es escritora, periodista, ha publicado libros de poesía, de cuentos y de ensayos.  Sus libros de poesía:  Golpe de Albas. Los Reductos del Sol, Los Días y los Sueños, El Claustro Elegido, El Umbral de las Horas.  Cuentos y prosas poéticas: La Deslumbrada.  Ensayo:  Tras la huella de Eunice Odio. En el año 2020 se publicó una Antología de su poesía en la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia.  La Editorial Nueva York Poetry Press publicó en el 2021 su poemario Es polvo, es sombra es nada.

Sus poemas figuran en antologías latinoamericanas y de España. En 1985 participó en el Programa de Escritores en la ciudad de Iowa en los Estados Unidos. Ha recibido en tres ocasiones el Premio Aquileo J. Echeverría en la rama de poesía. Pertenece a la Academia Costarricense de la Lengua.. 

 

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